Laumont, empresa líder especialista en trufas y setas y El Rosal, un obrador social con más 100 años de historia, se han unido para crear un producto social único que ha impresionado al chef Martín Berasategui
Bajo el lema "Cuando sumamos talento, multiplicamos oportunidades", Laumont y El Rosal tienen el objetivo de reivindicar durante esta campaña de Navidad la importancia de dar oportunidades a las personas con dificultades en la reinserción laboral a la vez que buscan potenciar la sinergia entre las empresas del territorio para conseguir resultados que no serían posibles sin la unión de los diferentes talentos que podemos encontrar, en este caso, en espacios tan distintos como un obrador de galletas y una empresa especialista en trufas y setas. Fruto de estas sinergias ha nacido el cubanito con chocolate trufado, un postre innovador realizado con base de galleta que utiliza El Rosal para sus productos y un chocolate trufado aportado por Laumont.
En el proyecto ha participado Martín Berasategui, el chef con más estrellas Michelin de España y consultor gastronómico de Laumont. Berasategui fue la primera persona seleccionada para probar este nuevo dulce navideño y así puede verse en el vídeo que se ha publicado este lunes en las redes sociales tanto del Rosal como de Laumont. El mediático chef quedó tan impresionado del proyecto y del cubanito trufado que concertó una visita con los ideólogos del proyecto en su restaurante de Lasarte. Un equipo formado por miembros del Rosal y de Laumont fue hasta su restaurante de 3 estrellas Michelin para visitarle y explicarle el proyecto.
El Rosal es un proyecto de economía social en el que elaboran galletas artesanas hechas a mano. Su obrador es un espacio de trabajo inclusivo en el que se realzan las capacidades de todas las personas que trabajan en él. Núria Cendoya, una de sus personas responsables, afirma que "la visita a casa de Martín Berasategui ha sido un día muy especial para todas nosotros y lo que significa por nuestro proyecto social". Además, añade que "el hecho de que Laumont pensara en nosotros para hacer este proyecto significa que trabajamos muy bien y eso nos da fuerzas para seguir mejorando e innovando".
Por su parte, Joanra Burgués, Brand Manager de Laumont, resalta que “sabíamos que si juntábamos la excelencia con las trufas de Laumont y la excelencia con las galletas del Rosal el resultado sería increíble y el proyecto funcionaría en la perfección… y así ha sido”. El éxito de la acción lo subraya Martin Berasategui: “esta iniciativa me ha tocado el tilín del paladar, y también el tilín del corazón. El equipo que ha hecho realidad este proyecto es alucinante. He disfrutado mucho viendo a este grupo de personas que lo dan todo y que se vacían para aportar felicidad”.
Para estas Navidades, se han elaborado una cantidad limitada de cubanitos trufados que se podrán adquirir en la tienda online laumont.shop. Si el proyecto se consolida y tiene buena aceptación, es muy posible que tenga continuidad durante los próximos años y que el producto sea fijo en la oferta tanto del Rosal como de Laumont.